Las emociones que acompañan al equipaje

Hoy traigo un tema que de seguro remueve mucho a quienes emigramos, ya que es probable que todos recordemos aquel primer equipaje que debimos armar antes de subirnos a ese avión para irnos de nuestro país. Llenos de dilemas y de preguntas acerca de qué deberíamos dejar y qué deberíamos llevar con nosotros, repletos de sensaciones extrañas que ni podíamos exteriorizar. Es por eso que hoy propongo considerar la siguiente pregunta: ¿Qué lleva dentro del equipaje el inmigrante?

Y no hablo por su puesto de lo material, sino de todos los anhelos,los sueños, los proyectos por construir. Es así como todos nuestros bártulos apenas caben, amuchados por las infinitas expectativas fantasías y también miedos sobre lo que nos espera allí, del otro lado. Algunos equipajes se arman también llenos de lamentos que contemplan la despedida que se avecina y entre lágrima y lágrima intentamos desprendernos de lo que no podemos transportar (aromas, sensaciones, seres queridos, etc). Otros bultos se arman a toda prisa de modo que casi no nos dé tiempo a pensar.

En fin, cada uno atraviesa este momento como puede, y nadie debe juzgarnos por eso ya que es un momento de extrema vulnerabilidad psíquica. Lo cierto es que hay emociones que ponemos dentro del equipaje tanto de manera consciente como de manera inconsciente como la angustia, la incertidumbre, el miedo, la culpa, la tristeza, etc. Es decir, nuestras maletas se arman y se desarman en un interjuego de sentimientos intentando que entre “toda nuestra vida en una valija”.

Por tanto, aquello que llevamos con nosotros no son meros bolsos sino que con ellos se traslada nuestra cultura, nuestra esencia, nuestra identidad. ¡Y eso lo llevaremos donde sea!
Si quieres contarme algo de esto de lo que te sientas identificado/a, no dudes en contactarme.
Mel🌸